sábado, 15 de noviembre de 2008

Evaluaciones Internacionales de Calidad Educativa. TIMSS

TIMSS PROYECTO INTERNACIONAL DE EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE ESCOLAR EN CIENCIAS
José Antonio Acevedo Díaz
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Inspección de Educación. Delegación Provincial de Huelva.

EL PROYECTO TIMSS
TIMSS es el acrónimo de Third International Mathematics and Science Study, un proyecto de evaluación internacional del aprendizaje escolar en matemáticas y ciencias realizado por la International Association for the Evaluation of Educational Achievement (IEA), que se aplicó en 1995 (Beaton et al., 1996; Martin et al., 1997; Mullis et al., 1998). Puesto que en 1990 la Asamblea General de la IEA decidió hacer sus evaluaciones de manera regular cada cuatro años, volvió a aplicarse en 1999 con el nombre de TIMSS Repeat (Martin et al., 2000). En el año 2003 cambió su nombre a Trends in International Mathematics and Science Study, pero manteniendo el acrónimo que lo identifica (figura 1), por lo que éste se conoce como TIMSS Trends (Mullis et al., 2002). España participó en 1995 (7º y 8º EGB), pero no lo ha hecho en las dos ocasiones siguientes, excepto la Comunidad Autónoma del País Vasco que sí ha participado en el año 2003.

Las personas que contribuyen al desarrollo de las diversas partes del TIMSS proceden
de todas las áreas de evaluación educativa, incluyendo expertos en el análisis de políticas educativas, educación matemática, educación científica, diseño del currículo, supervisión de la investigación, construcción de pruebas, psicometría, encuestas, muestreo y análisis de datos.
El proyecto TIMSS evalúa el rendimiento de los estudiantes en matemáticas y ciencias
para aprender más de la naturaleza y el alcance del aprendizaje de los estudiantes en estas dos materias, así como del contexto en que ello ocurre. Pretende encontrar factores directamente relacionados con el aprendizaje de los estudiantes en ambas materias que puedan modificarse por la política educativa, tales como el currículo, la asignación de recursos o las prácticas de enseñanza.

Durante el año 2003, TIMSS Trends ha evaluado el rendimiento del alumnado en matemáticas y ciencias en dos cursos: 4º grado (4º de Primaria en España) y 8º grado (2º de ESO en España). Como estos cursos son los mismos que se evaluaron en 1995 y 1999, TIMSS Trends proporciona información de la tendencia a lo largo de un período de ocho años (Martin et al., 2004). Aunque de naturaleza muy distinta, estos datos también pueden servir de complemento a los que proporciona el proyecto internacional PISA de la OCDE, que se aplica a poblaciones de estudiantes de 15 años de edad.

Los resultados de las pruebas del TIMSS Trends se pueden emplear para diversos fines. Los responsables de las políticas educativas y los investigadores académicos obtienen datos generales sobre el rendimiento del alumnado en matemáticas y ciencias que:

· Amplían las evaluaciones realizadas en matemáticas y ciencias iniciadas con el TIMSS 1995 y continuadas con el TIMSS 1999.

· Permiten hacer comparaciones contrastadas del rendimiento en matemáticas y ciencias entre los países participantes y, junto a otros datos que proporciona el TIMSS 2003, sugieren posibles razones para explicar las diferencias encontradas.

· Pueden mejorar la evaluación de la eficacia de la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas y las ciencias en cada país participante.

· Resaltan aspectos del crecimiento de los conocimientos y destrezas matemáticos y científicos desde cuarto a octavo curso.

· Proporcionan información para otros análisis relacionados con la mejora de los niveles de rendimiento en los sistemas educativos, los centros de enseñanza y las prácticas didácticas mediante políticas educativas más y mejor informadas.

El modelo de evaluación curricular del TIMSS
TIMSS parte de la idea de que puede conseguirse una comprensión adecuada de los elementos que influyen en el aprendizaje de las matemáticas y las ciencias mediante un análisis cuidadoso del rendimiento de los estudiantes, las características de éstos, el currículo que siguen, las metodologías didácticas de sus profesores y los recursos disponibles en sus escuelas y aulas. Las características del aula y de la escuela son un reflejo de la comunidad y del sistema educativo, que, a la vez, también son aspectos particulares de la sociedad del país en el que viven los estudiantes.

Para conseguir lo anterior, los diseñadores del TIMSS han establecido un modelo conceptual curricular como amplio factor explicativo que subyace al rendimiento de los estudiantes (Robitaille y Garden, 1996). Desde esta perspectiva, se consideran tres niveles del currículo:

(i) El currículo pretendido, es decir, el que se planifica para la enseñanza.

(ii) El currículo aplicado, esto es, el que se enseña en el aula.

(iii) El currículo logrado, que es el que los estudiantes consiguen aprender.

El currículo pretendido es la respuesta planificada a las finalidades educativas de la sociedad, en general, y de una comunidad educativa, en particular, para la enseñanza
y el aprendizaje escolar; unas metas que reflejan los ideales y las tradiciones sociales
y comunitarias, pero que se ven limitadas por los recursos del sistema educativo. De otro modo, representa lo que la sociedad pretende que aprendan los estudiantes y cómo debería organizarse y planificarse el sistema educativo para facilitar este aprendizaje.

El currículo aplicado se corresponde con lo que realmente se enseña en el aula, con quién lo imparte y cómo lo hace. Aunque se supone que se inspira en la planificación del currículo pretendido, hay que tener en cuenta que lo que sucede en el aula suele responder en gran parte a la actuación del profesor, cuyo comportamiento puede estar muy influido por su formación y experiencia, la naturaleza y estructura orgánica de la escuela, su interacción con los compañeros y las características del alumnado, entre otros factores.

El currículo logrado hace referencia a lo que los estudiantes consiguen aprender y a lo que piensan sobre las materias aprendidas. El rendimiento de los estudiantes depende en parte del currículo aplicado y de su contexto social y educativo, así como de las características de cada estudiante, incluyendo entre ellas su capacidad, actitud, intereses, motivación y esfuerzo.

Con este modelo, TIMSS utiliza pruebas de rendimiento en matemáticas y ciencias para describir el aprendizaje de los estudiantes de los países participantes, además de cuestionarios de contexto que proporcionan una gran cantidad de información. Estos últimos preguntan sobre la estructura y el contenido del currículo pretendido en matemáticas y ciencias, la preparación, experiencia y actitudes de los profesores, los contenidos de matemáticas y ciencias que realmente se imparten, los enfoques didácticos empleados, la organización y los recursos de los centros y las aulas y, por último, las experiencias y actitudes de los estudiantes en los centros docentes.

El conocimiento del currículo pretendido en cada país participante se obtiene en una fase inicial de aplicación del TIMSS a partir de un análisis minucioso de las orientaciones de los documentos curriculares, los libros de texto y otros materiales de apoyo, así como de los cuestionarios respondidos por expertos en educación y especialistas del currículo. Su finalidad es mostrar con detalle las intenciones curriculares de los países participantes.

Los datos para el estudio del currículo aplicado se toman en la fase de aplicación de la evaluación del rendimiento de los estudiantes. Los cuestionarios contestados por el profesorado de matemáticas y ciencias, los estudiantes y los directores de sus escuelas contienen información sobre características del profesorado –formación, experiencia, actitudes y opiniones–, los temas de ciencias y matemáticas que se enseñan y aquellos en los que se pone más énfasis, los enfoques metodológicos empleados en el aula, las estructuras organizativas y los recursos que sirven de apoyo a la enseñanza y los aspectos que facilitan o dificultan ésta y el aprendizaje.

La evaluación del rendimiento de los estudiantes suministra numerosos datos para el estudio del currículo logrado. Por un lado, la información de las características de los estudiantes, sus actitudes, creencias y experiencias se obtiene por medio de los cuestionarios que responde cada alumno participante en el estudio; esta información sirve para identificar los principales rasgos de los estudiantes relativos al aprendizaje y permite establecer un contexto para el posterior análisis de lo que han aprendido. Por otro lado, los resultados de las pruebas aplicadas de matemáticas y ciencias proporcionan información sobre el conocimiento del currículo logrado en cada país, lo que posibilita la elaboración de una amplia base de datos para hacer comparaciones transnacionales del rendimiento de los estudiantes.

Las pruebas del TIMSS
El principio fundamental para elaborar las pruebas de aplicación del TIMSS es la producción de instrumentos de evaluación que generen datos de rendimiento fiables válidos para los fines que se pretenden. A partir de los marcos teóricos expuestos, las pruebas se elaboran mediante un proceso de consenso internacional, con aportaciones de expertos en educación, matemáticas, ciencias y evaluación. Estas pruebas tienen preguntas cerradas de opción múltiple, algunas de respuesta abierta y otras de resolución de problemas. La mayoría de los ítems de las pruebas del TIMSS Trends se centran en un contenido concreto, pero también se necesitan conocimientos o destrezas procedentes de otras áreas de contenidos. Además, determinados temas se han enunciado de forma más general que en ocasiones anteriores y algunos de los ítems de nueva creación exigen a los estudiantes que sinteticen conocimientos y tengan que poner en práctica más de una destreza. En la aplicación del año 2003, se ha hecho más hincapié que otras veces en preguntas y tareas que impliquen destrezas y capacidades analíticas, de resolución de problemas y de investigación.

La evaluación de ciencias del TIMSS Trends aplicada en el año 2003 se basa en dominios de contenido y dominios cognitivos. Los primeros incluyen diversas áreas específicas de las materias de ciencias evaluadas, mientras que los segundos corresponden a las destrezas necesarias para abordar los contenidos de ciencias. En la tabla 1 se indican los porcentajes del tiempo dedicado en la evaluación a ambos dominios. Además de los dominios de contenido señalados, la aplicación del año 2003 también ha incluido la evaluación de la investigación científica como área separada, dedicándose a la misma aproximadamente el 15% del tiempo total de las pruebas.

Los ítems de conocimiento factual son: (i) preguntas de recuerdo y reconocimiento,
(ii) definiciones, (iii) descripciones y (iv) cuestiones de conocimiento sobre el uso de instrumentos y procedimientos de medidas científicas.

Las preguntas de comprensión conceptual requieren: (i) ilustrar con ejemplos, (ii) comparar, contrastar y clasificar, (iii) representar y modelizar, (iv) relacionar, (v) obtener y aplicar información, (vi) encontrar soluciones y (vii) explicar.

Las preguntas de razonamiento y análisis implican: (i) analizar, interpretar y resolver problemas, (ii) asociar, integrar y sintetizar, (iii) formular hipótesis y predecir, (iv) diseñar y planificar, (v) recopilar, analizar e interpretar datos, (vi) sacar conclusiones,
(vii) generalizar, (viii) evaluar y (ix) justificar.

Por último, los dominios de contenido evaluados por el TIMSS Trends, incluyendo la investigación científica, y sus principales áreas temáticas se muestran en la tabla 2.

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