Las Evaluaciones Internacionales de Calidad Educativa
PISA miden el rendimiento escolar de alumnos de 15 años, en algunas de las áreas. La idea de "Calidad Educativa" es mucho más completa. En los siguientes párrafos
se transcribe una perspectiva general de estas evaluaciones estandarizadas, dada por los organizadores.
El Programa
para la
Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA)
constituye un esfuerzo de colaboración acometido por todos los países miembros,
así como por un buen número de países no miembros asociados, cuyo objetivo es
medir hasta qué punto los alumnos de 15 años se encuentran preparados para
afrontar los retos que les planteará su vida futura. Se ha elegido la edad de
15 años porque, en la mayoría de los países de la OCDE, los alumnos de esa edad
se acercan ya al final del período de escolarización obligatoria y, por tanto,
una evaluación realizada en ese momento permite obtener una idea bastante
aproximada de los conocimientos, las habilidades y aptitudes que se han
acumulado a lo largo de un período educativo de unos diez años. A la hora de
evaluar los conocimientos, las habilidades y aptitudes de los alumnos, la evaluación PISA
adopta un enfoque amplio que, si bien refleja los cambios más recientes en
materia curricular, va más allá del enfoque centrado en la escuela para
orientarse hacia la aplicación de los conocimientos a las tareas y los retos
cotidianos. Las habilidades adquiridas por los alumnos reflejan su capacidad de
seguir aprendiendo a lo largo de sus vidas mediante la aplicación de lo
aprendido en la escuela a entornos extraescolares, la valoración de sus
distintas opciones y la toma de decisiones. La evaluación, dirigida
conjuntamente por los gobiernos participantes, aúna los intereses en materia
política de los países mediante la aplicación de unos conocimientos científicos
a escala nacional e internacional.
En PISA se
combina la evaluación de áreas cognitivas de un campo específico, como son la
lectura, las matemáticas y las ciencias, con una evaluación sobre el entorno
doméstico de los alumnos, el enfoque que dan a su aprendizaje, la percepción
que tienen del entorno de aprendizaje y su grado de familiaridad con el uso de
ordenadores. Una de las máximas prioridades de PISA 2006 consiste en una
innovadora evaluación de las actitudes de los alumnos hacia las ciencias, un
aspecto que quedó recogido mediante una serie de preguntas contextualizadas
dentro del apartado cognitivo de la prueba. Esta proximidad entre las preguntas de
actitud y los ejercicios cognitivos permitió asimismo dirigir las preguntas a
unas áreas específicas que se centraron en el interés por las ciencias y el
respaldo que prestan los alumnos a la investigación científica. Los resultados
obtenidos por los alumnos en la evaluación cognitiva se asocian luego a estos
factores contextuales.
PISA utiliza:
i) mecanismos
muy rigurosos de control de calidad de la traducción, el muestreo y la
administración de las pruebas;
ii) medidas
para conseguir la máxima amplitud cultural y lingüística en los materiales de
evaluación, objetivo que se alcanza fundamentalmente mediante la implicación de
los países en el proceso de elaboración y revisión de los ejercicios; y
iii) la
aplicación de las tecnologías y metodologías más avanzadas para el proceso de
datos. Mediante la conjunción de todas estas medidas se obtienen unas
herramientas de gran calidad, así como unos resultados con un alto grado de
validez y fiabilidad, que permiten comprender mejor el funcionamiento de los
sistemas educativos y los conocimientos, las habilidades y actitudes de los
alumnos.
PISA se basa
en un modelo dinámico de aprendizaje en el que los nuevos conocimientos y las
habilidades necesarios para adaptarse con éxito a un mundo cambiante se
adquieren de forma continuada a lo largo de toda la vida. PISA se centra en
todo aquello que los jóvenes de 15 años necesitarán en el futuro y se propone
evaluar qué son capaces de hacer con lo que han aprendido. La evaluación toma
en consideración el común denominador de los currículos nacionales, pero no se
circunscribe a él.
Así, a la vez
que evalúa los conocimientos adquiridos por los alumnos, PISA examina su
capacidad para reflexionar y aplicar sus conocimientos y experiencias a los
problemas que plantea la vida real. Por ejemplo, un adulto que pretenda
comprender y valorar las recomendaciones científicas relativas a la seguridad
de los alimentos no podrá limitarse a conocer algunos hechos básicos sobre la
composición de los nutrientes, sino que deberá ser capaz de aplicar dicha
información. El término «competencia» se emplea para condensar esta concepción
más amplia de los conocimientos y las habilidades.
El proyecto
PISA ha sido diseñado con objeto de recopilar información en ciclos trienales,
presentar datos sobre la competencia lectora, matemática y científica
de los alumnos, los centros de enseñanza y los países, proporcionar datos
reveladores sobre los factores que influyen en el desarrollo de las habilidades
y las actitudes, tanto en el entorno doméstico como en el escolar, y analizar
cómo interactúan esos factores y cuáles son sus implicaciones para la adopción
de pautas de actuación política.
En esta
publicación, que presenta el marco conceptual que sirve de base a las
evaluaciones PISA 2006, se
incluye una reelaboración y ampliación del marco de la competencia
científica y un aspecto innovador relativo a la evaluación de la actitud de
los alumnos hacia las ciencias, así como los marcos de evaluación de lectura y
matemáticas. Para cada área, el marco de la evaluación define los contenidos
que los alumnos deben adquirir, los procesos que deben ser capaces de ejecutar
y los contextos a los que deben aplicar sus conocimientos y habilidades.
Finalmente, cada área, así como sus distintos aspectos, se ilustra con una
serie de ejercicios de muestra.
Extraído de
PISA 2006MARCO DE LA EVALUACIÓN
Conocimientos y habilidades en Ciencias, Matemáticas y Lectura
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