Como es conocido, el modelo de evaluación comparativa
de PISA se caracteriza por ser muestral (estudiantes de 15 años) y cíclico
(trienal), a través de tres áreas principales de evaluación: Lectura (2000),
Matemáticas (2003) y Ciencias (2006). Bajo este modelo, la prueba está diseñada
para conocer las habilidades de los estudiantes para analizar y resolver
problemas, tratando de ofrecer un perfil de las capacidades de los estudiantes
de quince años de todos los países donde se aplica. Por otra parte, aunque PISA
reconoce en sus fundamentos su pretensión de incidir en las políticas
educativas, no debemos olvidar que también reconoce no estar ligado al
currículum ni a planes de estudios específicos. Lo que pretende PISA, en
definitiva, es evaluar ‘competencias’, cuya aproximación empírica en el área de
Ciencias se realiza interrogando a los estudiantes sobre su capacidad para
identificar cuestiones científicas, explicar fenómenos científicamente y
utilizar las pruebas científicas. En este sentido, desde los fundamentos
teóricos de PISA en el área de Ciencias, destaca el enfoque de evaluación en
torno a la ‘aplicación’ del conocimiento versus a la ‘memorización de
conceptos’).
Cabe destacarse que, en el área de Ciencias, PISA
muestra una aparente evolución en su fundamentación teórica desde el año 2000,
en la que se hablaba de “formación científica” sin alusión al concepto de
“competencia” (OCDE, 2002). Posteriormente, tras el Informe de DeSeCo (2002),
en PISA-2003, se empieza a abordar la noción de “competencia científica”,
aunque en los mismos términos que en el año 2000, es decir, como un sumatorio
de conocimientos, procesos y situaciones o contextos (personal, público y
global) (OCDE, 2004). Finalmente, en el 2006, año específico de evaluación en
el área de Ciencias, se introduce el concepto de “competencia científica”
aplicado a un individuo concreto, manteniendo el objetivo de evaluar
‘conocimiento’ (conceptos) y ‘aplicación del mismo’ a una situación o contexto
(capacidades) y añadiendo, como única novedad, la ‘disposición’ (actitud) del
alumnado hacia las pruebas y el conocimiento científico (OCDE, 2006).
De este modo, PISA-2006 trata de poner de manifiesto
las competencias científicas a través del dominio de los procedimientos
científicos que están en la base de las preguntas, la comprensión de las
capacidades que están presentes en su resolución y la valoración de las
actitudes que presenta el alumnado hacia la ciencia actual. Así, PISA evalúa el
conocimiento científico a través de tres dimensiones:
a) Los procesos o destrezas científicas;
b) Los conceptos y contenidos científicos; y
c) El contexto en que se aplica el conocimiento
científico.
Por otra parte, PISA identifica cinco procesos
científicos:
Reconocer cuestiones científicamente investigables;
identificar las evidencias necesarias en una
investigación científica;
extraer o evaluar conclusiones; comunicar
conclusiones válidas;
demostrar la comprensión de conceptos científicos en
determinadas situaciones.
Estos procesos científicos se organizan en tres
grupos de competencias según el tipo de capacidad de pensamiento predominante
que se requiere para resolver las preguntas que se presentan:
a) Descripción, explicación y predicción de fenómenos
científicos;
b) Comprensión de la investigación científica; y
c) Interpretación de evidencias y conclusiones
científicas.
Esta compartimentación de la competencia en áreas y
capacidades, que finalmente son las que pretende evaluar PISA, supone, a
nuestro juicio, un distanciamiento de la concepción holística del concepto de
competencia definido por DeSeCo, siendo difícil entender que este sistema
analítico evalúe la competencia científica como la define PISA : “La
capacidad de emplear el conocimiento científico para identificar preguntas y
extraer conclusiones basadas en hechos, con el fin de comprender y poder tomar
decisiones sobre el mundo natural y sobre los cambios que ha producido en él la
actividad humana” (OCDE, 2006).
Extraído de
Gallardo-Gil, Monsalud;
Fernández-Navas, Manuel; Sepúlveda-Ruiz, María-Pilar; Serván, María-José; Yus,
Rafael & Barquín, Javier (2010). PISA y la competencia científica: Un análisis de las pruebas de PISA en el Área de Ciencias. RELIEVE, v. 16, n. 2, p. 1-17. http://www.uv.es/RELIEVE/v16n2/RELIEVEv16n2_6.htm
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